Violaine Marie Depas Collinet

 

Nació en Bruselas 1975. Cuando tenía un año su familia se trasladó a Málaga donde vivió hasta los 14 años, que falleció su padre, y la enviaron a terminar sus estudios a Bélgica. Cursó la carrera de enfermería, seguida de la especialidad de matrona (Universidad Católica de Lovaina). Impartió clases de matronatación y trabajó como matrona en un hospital que atiende a población es su mayoría emigrante. En 2005 volvió a su tierra madre, Málaga, donde conoció a su actual pareja, gran apoyo en momentos muy difíciles de su vida. En 2009 se mudó a Madrid. Mujer, madre de tres hijos, amiga de sus amigos, profesional, docente, investigadora colaboradora, deseosa de iniciar nuevos retos y cumplir sueños.

Ha ejercido su profesión en varios países (Bélgica, España, Francia…), tanto en atención primaria como en especializada, lo que ha enriquecido su vida profesional, dándole diversidad de conocimientos y facilidad de adaptación. Habla Español, Francés e Inglés “half and half”.

Sus lemas: no hagas  lo que no te gustaría te hicieran, vive la vida presente. Sus pasiones: familia, amigos, trabajo, viajar, lectura, bailes de salón, sevillanas, Málaga, EnganCHADos… Tiene muchas, se vuelca en lo que quiere, cree y le gusta.

En el año 2018 cumplió un sueño muy importante: incorporarse al proyecto de EnganCHADos, sostenido gracias a unos profesionales muy involucrados, socios, patrocinadores, ayuntamiento y un hospital volcados en él. Se ha visto enganchada y sumergida de pleno, sacudiendo profundamente su alma y corazón.

Nuevos retos: Volver al Chad y formarse en cooperación para ser más eficaz en su próxima expedición, obtener la acreditación de Consultora Especializada en Lactancia Materna, aprender el italiano y mejorar su nivel de inglés, especializarse en Sexología y Enfermería Escolar, viajar a Argentina, Canadá, realizar un safari, mantener la chispa que mantiene unida su familia, casarse. Es decir, ¡soñar, disfrutar, vivir la vida a tope, es muy corta y vuela!

«Esa niña de unos dos añitos que se me acerca, me tiende esos bracitos y al auparla me regala la más bonita y tierna  sonrisa que haya recibido en mi vida, su familia se une a ella riéndose a carcajadas, me toca la cara,el pelo, me mira con esos preciosos y profundos ojos negros, a estas alturas ya sé que es una gran superviviente, no fue abrazada por Ares y sigue entre nosotros, resalta su  espabilamiento y la madurez que ya tiene con esa edad.»

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